Que potente! Me encanta como cierras con esa unión que somos con el bosque, que no estamos separados, que renacemos en él tantas veces sea necesario.
Coincido, en ocasiones sentimos que nos toca ser solo nutriente, en otras ser solo referente de esa majestuosidad o tal vez solo nos toca enraizarnos y crecer; pero al mismo tiempo somos todo eso y más.
Y el bosque tiene esa esencia mágica y de esplendor porque cada tronco -enderezado o no- tiene una historia digna que contar de mucha sabiduría y sanación, tal como es tu historia Mel.
Qué bello, Mel. Me ha encantado y me ha parecido una metáfora muy apropiada, salvo quizá porque creo que aunque la infancia nos determina, y mucho, también podemos "enderezarnos", sobre todo a nivel psicológico, con el trabajo personal y también espiritual. Varios de mis "héroes" son personas que han sufrido grandes traumas en la infancia y que a pesar de ellos, o gracias a ellos, se han convertido en personas increíbles: sabias, compasivas, con una sensibilidad muy afinada. A veces donde está la herida está el oro, pero en el momento resulta muy dificil verlo. Confía en que eso que te ha torcido, de alguna manera, también te ha esculpido para convertirte en una fuerza benéfica. Ya lo eres. Un abrazo, M. 💜
Que hermosa metáfora, y que lindo describes lo que has vivido, para mi eres el árbol más nutritivo y más inspirador. Gracias por recordarnos que la caída no es el final, sino un paso esencial en nuestro proceso de transformación, me recuerda al cuento de la mujer esqueleto...
Para mí, eres uno de los árboles más nutritivos. Gracias por tus palabras y por ese poderoso cierre: "pues no era solo un árbol, era el bosque mismo, y la separación era simplemente una ilusión."
Qué bonito, Mel! Mientras leía tu texto y sobre todo la cita que nos traes, sentí que al fin y al cabo, es esa diversidad de árboles la que hace que el bosque sea tan bellos. Me ha encantado el tono metafórico del texto, y, sí a veces me siento un árbol muerto, pero tal y como señalas, incluso un árbol caído aporta beneficios a la existencia.
Me encanto el texto, y te agradezco por compartir desde el corazón 🫂
Creo que tienes mucha razón, sobretodo en la noción de reconocer que seamos como seamos, somos parte de algo más. Que trascender nuestra individualidad al aceptar, en lugar de desear modificar o negar, al final es lo que más nos muestra nuestro verdadero propósito. Porque somos árbol, y simultáneamente, bosque.
Hola, Mel. Entiendo perfectamente el sentimiento que cuentas de ser un árbol torcido, pues yo también tuve una infancia a la que sobrevivir, y aún estoy ajustando el paso y la vida a las necesidades de mi sistema nervioso "con los cables pelados".
Te entiendo, pero debo decirte algo: para mí, no eres un árbol torcido. Al contrario: si sobreviviste a ese infierno sin que tu Alma se torciera hacia la oscuridad del odio y el egoísmo (cosa que suele pasar), para mí eres el árbol más alto y esplendoroso de todo el bosque. Lo más común es que el alma se quiebre ante tanta presión y tanto dolor, y el ego tome el mando para el resto de la vida.
Pero tú no. Tu alma no se quebró, resistió, y sigue aquí en pie, hoy. Deseando el Bien, y Amando.
Eres un portento, un milagro, no un árbol torcido.
Los "frutos" que esta sociedad valora y por los que mide la valía de cada individuo no son lo que yo valoro como frutos. Éxito, fama, dinero, belleza, aplausos, productividad, títulos honoríficos.... no importan UNA M*ERDA, Mel. O eso creo yo.
Los frutos que yo valoro son la amabilidad, el amor, la compasión, y el deseo de ayudar a los demás. Y de esos frutos tú estás cargadita. 😊
Gracias Clara. Lo que sea que seamos, nos seguiremos transformando. Y como sea que seamos, somos fundamentales para este bosque, para este universo, de formas que quizá ni si quiera somos conscientes. Gracias por tus hermosas palabras, me acompañan y hacen que recuerde que no estamos separados.
Que potente! Me encanta como cierras con esa unión que somos con el bosque, que no estamos separados, que renacemos en él tantas veces sea necesario.
Coincido, en ocasiones sentimos que nos toca ser solo nutriente, en otras ser solo referente de esa majestuosidad o tal vez solo nos toca enraizarnos y crecer; pero al mismo tiempo somos todo eso y más.
Y el bosque tiene esa esencia mágica y de esplendor porque cada tronco -enderezado o no- tiene una historia digna que contar de mucha sabiduría y sanación, tal como es tu historia Mel.
Gracias por compartir(te)!
Gracias por leer(me) y resonar.
Qué bello, Mel. Me ha encantado y me ha parecido una metáfora muy apropiada, salvo quizá porque creo que aunque la infancia nos determina, y mucho, también podemos "enderezarnos", sobre todo a nivel psicológico, con el trabajo personal y también espiritual. Varios de mis "héroes" son personas que han sufrido grandes traumas en la infancia y que a pesar de ellos, o gracias a ellos, se han convertido en personas increíbles: sabias, compasivas, con una sensibilidad muy afinada. A veces donde está la herida está el oro, pero en el momento resulta muy dificil verlo. Confía en que eso que te ha torcido, de alguna manera, también te ha esculpido para convertirte en una fuerza benéfica. Ya lo eres. Un abrazo, M. 💜
Gracias Marta y Andreu, por tus palabras y por leerme. Un abrazo.
Que hermosa metáfora, y que lindo describes lo que has vivido, para mi eres el árbol más nutritivo y más inspirador. Gracias por recordarnos que la caída no es el final, sino un paso esencial en nuestro proceso de transformación, me recuerda al cuento de la mujer esqueleto...
Para mí, eres uno de los árboles más nutritivos. Gracias por tus palabras y por ese poderoso cierre: "pues no era solo un árbol, era el bosque mismo, y la separación era simplemente una ilusión."
🥹🤍
Lo que ves en mi, lo tienes en ti, sino no podrías verlo. Gracias a ti.
Qué bonito, Mel! Mientras leía tu texto y sobre todo la cita que nos traes, sentí que al fin y al cabo, es esa diversidad de árboles la que hace que el bosque sea tan bellos. Me ha encantado el tono metafórico del texto, y, sí a veces me siento un árbol muerto, pero tal y como señalas, incluso un árbol caído aporta beneficios a la existencia.
Gracias por tu texto💛
Que bonito ❤️🩹, me ha llegado a el alma
Me encanto el texto, y te agradezco por compartir desde el corazón 🫂
Creo que tienes mucha razón, sobretodo en la noción de reconocer que seamos como seamos, somos parte de algo más. Que trascender nuestra individualidad al aceptar, en lugar de desear modificar o negar, al final es lo que más nos muestra nuestro verdadero propósito. Porque somos árbol, y simultáneamente, bosque.
Simplemente, maravillosa reflexión e interiorización…y de acuerdo con los comentarios que he leído respecto a lo escrito. Precioso.
Gracias María José ☺️
Es una hermosa reflexión y lo único que puedo aportar al tema es que son todas nuestras inperfecciones lo que realmente nos hace únicos.
Gracias por compartir la magia de la reflexión escrita.
Es verdad, eso es lo que nos hace únicos 🫶🏽
No tengo nada que acotar, sólo deseo felicitarte. Gran introspección, grandes sentimientos, inmensa sensación.
A veces me afana que otros no puedan ver lo que yo veo, sin embargo, leerte es un consuelo, es magia.
De un ser humano a otro ser humano, te admiro.
Espero seguir leyendote ❤️
Gracias Luna, por tus palabras y tomarte el tiempo de leer(me).
Hola, Mel. Entiendo perfectamente el sentimiento que cuentas de ser un árbol torcido, pues yo también tuve una infancia a la que sobrevivir, y aún estoy ajustando el paso y la vida a las necesidades de mi sistema nervioso "con los cables pelados".
Te entiendo, pero debo decirte algo: para mí, no eres un árbol torcido. Al contrario: si sobreviviste a ese infierno sin que tu Alma se torciera hacia la oscuridad del odio y el egoísmo (cosa que suele pasar), para mí eres el árbol más alto y esplendoroso de todo el bosque. Lo más común es que el alma se quiebre ante tanta presión y tanto dolor, y el ego tome el mando para el resto de la vida.
Pero tú no. Tu alma no se quebró, resistió, y sigue aquí en pie, hoy. Deseando el Bien, y Amando.
Eres un portento, un milagro, no un árbol torcido.
Los "frutos" que esta sociedad valora y por los que mide la valía de cada individuo no son lo que yo valoro como frutos. Éxito, fama, dinero, belleza, aplausos, productividad, títulos honoríficos.... no importan UNA M*ERDA, Mel. O eso creo yo.
Los frutos que yo valoro son la amabilidad, el amor, la compasión, y el deseo de ayudar a los demás. Y de esos frutos tú estás cargadita. 😊
He dicho! 😄
Un abrazo grande. 💚🌳
Gracias Clara. Lo que sea que seamos, nos seguiremos transformando. Y como sea que seamos, somos fundamentales para este bosque, para este universo, de formas que quizá ni si quiera somos conscientes. Gracias por tus hermosas palabras, me acompañan y hacen que recuerde que no estamos separados.